Las víctimas vivían solas y fueron asesinadas en forma parecida, con menos de un mes de diferencia entre los homicidios.
Las sospechas sobre Jonathan Darío Cáceres, el único detenido del crimen de una mujer de 81 años en Mar del Plata, se consolidó este jueves con el secuestro de un reloj de la víctima en la habitación de hostel que alquilaba el presunto homicida. Sin embargo, los investigadores creen que no sería la única víctima del detenido.
María Angélica Rossi y Elisabeth Othondo fueron asesinadas con días de diferencia. Aunque las víctimas no se conocían, tenían varias cosas en común. Ambas eran adultas mayores y vivían solas. Y cada una, oportunamente, había contratado a Cáceres, ayudante de techista, para hacer refacciones en sus viviendas y poco después las encontraron muertas.
Una cámara de seguridad que registró la presencia de un auto estacionado frente al domicilio en el que mataron a Othondo y el testimonio de un vecino que recordó sobre los arreglos que la mujer había hecho recientemente en el techo de su casa, fueron claves para identificar al sospechoso.
La activación de celdas celulares en los alrededores de la casa de Othondo permitió constatar que Jonathan Cáceres, quien cuenta además con antecedentes penales por los delitos de privación ilegal de la libertad, robo y robo agravado, había estado en la misma zona el día del crimen.
Tras la detención del techista, las similitudes con el crimen de María Angélica Rossi, asesinada a principios de mayo en el Bosque Peralta Ramos, llamaron la atención de los investigadores, que ahora no descartan que las dos mujeres hayan sido víctimas del mismo asesino.
Tanto Othondo como Rossi fueron asesinadas a golpes en la cabeza. Además, el asesino se llevó objetos de valor en ambos casos y antes de escapar, intentó provocar un incendio para borrar las pruebas.
El crimen de Elizabeth Othondo
Elizabeth Othondo tenía 81 años y fue encontrada muerta el sábado 3 de junio después de que su hermana y una vecina manifestaran su preocupación tras no poder comunicarse con ella.
Al ingresar, junto con personal de Bomberos que confirmó la existencia de un principio de incendio en el inmueble, se toparon con el cuerpo de la víctima, que a simple vista había sido asesinada a golpes con un objeto contundente en la cabeza.
Si bien la cámara municipal más cercana estaba a más de doscientos metros, el aporte de las instaladas en algunas viviendas particulares de la cuadra permitió identificar un vehículo que había estado días antes en la zona.
A ese dato se sumó la confirmación que dejó un agente inmobiliario que conocía a la víctima y que indicó que una empresa había realizado algunas refacciones en la casa.
El crimen de María Angélica Rossi
Los investigadores advirtieron que la mecánica usada en el caso de Othondo era muy similar a la del crimen de María Angélica Rossi, de 74 años, cuyo cuerpo fue encontrado el 6 de mayo pasado en su casa, en el Bosque Peralta Ramos.
En este caso, como en el anterior, las autoridades dieron con el cuerpo de la víctima al apagar un incendio en el domicilio, hecho que sugiere un intento del homicida por ocultar la evidencia de lo sucedido en el lugar.