El rascacielos de 22 pisos construido en 1902 sería ahora destinado a apartamentos, un mercado deprimido tras la pandemia.
El Flatiron, uno de los edificios más icónicos de Nueva York, fue vendido este martes en subasta por 161 millones de dólares, dos meses después su primera venta frustrada.
El presidente del grupo inmobiliario GFP Real Estate, Jeffrey Gural, compró en nombre de cuatro de los cinco dueños este rascacielos de 22 pisos construido en 1902, después de que un juez ordenara su venta el pasado enero ante desavenencias irreconciliables de los socios.
La agencia francesa AFP consignó que en una primera subasta realizada el pasado 22 de marzo, Jacob Garlick, socio fundador del fondo de inversiones Abraham Trust, había ofrecido 190 millones de dólares, medio millón más que Gural, pero después no abonó la señal de 19 millones para asegurarse la compra.
Gural, de 80 años, no ejerció su derecho a compra entonces y esperó a la realización de esta segunda subasta en la que se ha ahorrado casi 30 millones de dólares por este atractivo turístico situado en la confluencia de Broadway y la 5ª Avenida y la calle 22 en pleno Manhattan.
Con un precio de salida de 50 millones de dólares, siete interesados se inscribieron en la subasta realizada en el Tribunal Supremo del condado de Nueva York ante un centenar de personas y que duró media hora.
Vacío desde 2019 cuando se fue su último inquilino, la empresa McMillan Publishers, el ‘Flatiron’ era propiedad de cinco socios que no se pusieron de acuerdo sobre su uso.
Cuatro empresas inmobiliarias -GFP Real Estate (de Gural), Newmark, ABS Real Estate Partners, y el Grupo Sorgente – controlaban el 75% de la propiedad. En 2021 denunciaron al quinto socio, Nathan Silverstein, que controlaba el 25% restante. Un juez decretó su venta en enero.
Diseñado por el arquitecto de Chicago Daniel Burnham, la última vez que el edificio fue subastado fue durante la Gran Depresión que siguió al crack de la Bolsa de 1929 por 100.000 dólares.
Según la prensa local, los cuatro propietarios dedicarán este edificio con forma de triángulo, que necesita otros 100 millones de dólares para remozarlo, a apartamentos en un mercado comercial deprimido tras la pandemia de covid-19.