Las petroleras Shell, Axion, Puma e YPF realizaron un reajuste en los precios de los combustibles justo antes de las fiestas y el último fin de semana largo del año. Este aumento busca equiparar el litro de nafta al valor del dólar oficial, pero se anticipa que podrían venir más ajustes debido a la devaluación esperada.
Empresarios del sector indican que estos incrementos son solo el comienzo y que se espera un nuevo ajuste con la devaluación, ya sea brusca o escalonada, que podría ocurrir en los próximos días.
A lo largo del año, los precios de la nafta y el gasoil han aumentado en promedio un 126%, por debajo de la inflación estimada en un 146%. Con estos cambios, los consumidores pueden enfrentar un escenario de mayores costos en el surtidor. La posibilidad de una devaluación y la aplicación pendiente del impuesto a los combustibles líquidos podrían impactar en los precios finales.
Además, se espera que los estacioneros se reúnan con el nuevo secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, para discutir la situación del sector y conocer la política que aplicará el gobierno de Milei para los combustibles. La importación de combustible también plantea desafíos, ya que Argentina no se autoabastece y necesita importar alrededor del 34% de su combustible anualmente. La diferencia de precios entre el barril de crudo local y el internacional es otro factor que podría afectar el equilibrio del mercado.