El exgobernador pampeano Carlos Verna celebró públicamente la decisión de YPF de instalar una nueva planta de GNL en Río Negro, considerándola «una buena noticia para la Patagonia y para los trabajadores petroleros de Río Negro, Neuquén y La Pampa». Esta postura contrasta con la del gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien manifestó su descontento con la medida, ya que prefería que la inversión se realizara en Bahía Blanca, beneficiando así a los trabajadores del sur de su provincia.
La declaración de Verna en la red social X (anteriormente Twitter) marca un distanciamiento del gobernador pampeano Sergio Ziliotto, quien ha mantenido una alianza visible con Kicillof en temas económicos y políticos. Esta divergencia se evidencia en las críticas de Marcelo Pedehontaá, aliado de Ziliotto, quien en respuesta a Verna argumentó que la decisión perjudica a los trabajadores del sur de Buenos Aires y cuestionó la confiabilidad de los gobiernos patagónicos que apoyan la medida.
Verna, en un segundo mensaje, reafirmó su postura, subrayando que La Pampa forma parte de la Región Patagónica y no debe ser considerada el «patio trasero de Buenos Aires». Acompañó su mensaje con una foto de los seis gobernadores de la Patagonia, incluidos Ziliotto y Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro, quien históricamente ha tenido desencuentros con Verna.
Este episodio pone de manifiesto las tensiones dentro del peronismo pampeano y las diferentes alianzas que se están forjando en el contexto de las políticas energéticas y económicas nacionales. Verna, aunque crítico en el pasado de Weretilneck, parece alinearse ahora con la decisión de YPF, en contraste con la postura del oficialismo bonaerense y pampeano.